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Certamen de Villancicos organizado por la Diputación de Formación y Juventud de la Hermandad
En el verano del año 2001, en nuestra Hermandad se empieza a hablar de la posibilidad de formar un coro de campanilleros. Esta idea parte del Aula de Formación del que era Diputado nuestro hermano Juan Mª Ramírez Gutiérrez, con la aprobación del entonces Hermano Mayor Francisco García Gutiérrez y su Junta de Gobierno. La finalidad era que el coro visitara durante el mes de Diciembre los Belenes que se exponen en las distintas Casas de Hermandad de nuestra ciudad, las Residencias de San Rafael y la desaparecida de San Fernando, así como el Convento de San José de las Hermanas Carmelitas.
A final del mes de Octubre un grupo de unos 30 a 35 miembros, entre hermanos y hermanas, comienzan los ensayos bajo la dirección artística de nuestro hermano Francisco Ramos Peña, quien después de “pelear” mucho con todos ellos y con enorme paciencia, consigue, por fin, que el coro haga su primera salida el día de la Inmaculada ante el monumento a la Santísima Virgen de Valme. Todos los componentes del coro iban intranquilos, un poco inquietos y hasta temerosos si se quiere, pensando en cómo podría salir la primera vez que cantaban fuera de nuestra Casa Hermandad. Parece que no lo hicieron demasiado mal, gracias a la generosidad de las personas que estaban allí, que les dieron ánimo para seguir cantando.
De esa noche, hay que destacar especialmente al coro de campanilleros de Ibarburu. Con qué cariño aconsejaban que no se desanimaran, que siguieran adelante, que lo lograrían y sobre todo, que se contase con ellos para lo que necesitaran. Según ellos, hacían falta coros como el nuestro que le cantaran a la Navidad.
Gracias, MAESTROS
Después de esta primera salida, como antes dije, se visitó los belenes de las distintas Hermandades. Desde entonces, en cada una de estas Casas después de cantar al Belén, se mantiene un rato de convivencia y fraternidad con los hermanos y las personas presentes en cada Hermandad visitada.
Para visitar las mencionadas residencias de ancianos, se coordinó con nuestra Bolsa de Caridad. Ésta ofrece todos los años por esas fechas, una merienda a los ancianos acogidos en ambos centros, y les llevan algún regalito personal a cada uno. Después de estar un ratito de conversación con ellos, fundamentalmente escuchándoles, se empieza a cantarles los villancicos preparados para la ocasión. Es enormemente gratificante ver sus caras de ilusión, su alegría, especialmente cuando el villancico lo conocen y se animan a cantar con el coro. A algunos se le escapa alguna que otra lagrimilla, siempre la justifican echando cuentas del tiempo que hacía que no cantaban, que el villancico les recuerda alguna época o vivencia, etc., terminando todos los miembros del coro también emocionados y deseando volver el año siguiente.
El entonces Diputado de Obras Asistenciales, Fernando Herrador y Ríus, comentó que además de las residencias de ancianos, hay otros lugares a los que se podría ir. Y ese primer año les propone, que como ellos van también al colegio de La Serrezuela a dar una merienda a los niños allí internados, el coro podría ir con ellos como vamos a las residencias de ancianos. Y por supuesto allí se estuvo.
Hay que señalar que la experiencia del primer año en el colegio de la Serrezuela fue “regular”, porque la mayor parte de los miembros del coro no sabían, que este es un centro de discapacitados físicos y psíquicos profundos y a muchos se les “aflojaron las piernas”, pero algo decía que tenían que estar allí, porque el Señor, se iba a servir de ellos para que esos hermanos nuestros pasaran un rato fuera de su rutina diaria, y según dijeron sus cuidadores, lo “pasaron bomba” con el ruido que hacíamos, terminando gracias a nuestro hermano Peña, cantando y bailando por sevillanas con ellos todos los años. Ni que decir tiene que dejados atrás los temores del primer año, ilusiona y mucho que llegue el día de ir al colegio de La Serrezuela.
En ese primer año, como se comenta al principio, también se visitó el convento de las Hermanas Carmelitas, donde desde entonces se disfruta de un rato memorable, dado la alegría que estas hermanas transmiten y contagian. Reciben a los campanilleros en la Capilla del Convento y antes de cantarle al Niño Jesús que por esas fechas exponen en la misma, y después de los saludos pertinentes, les preguntan mil cosas a todos, se interesan por cómo están cada uno de ellos y sus respectivas familias, cómo viven la Hermandad, cómo va la misma, cómo es su funcionamiento, etc, etc. Una vez que se le cantan villancicos al Niño Jesús se cambia de “tercio” y nuestra hermana Conchi acompañada a la guitarra por Paco Peña les canta copla.
Oye Conchi canta la de “Señora vecina” y ¿esa del “vendedor de lotería”, cómo era? etc. Y Conchi, que lo borda, las va complaciendo, hasta que la marcha inexorable del reloj las hace volver a sus obligaciones. El coro se despide hasta el año próximo.
A grandes rasgos así fue el primer año del coro, después y gracias a Dios fueron llegando peticiones para ir a cantar a otros lugares.
Así, el Rvdo. Sacerdote D. Juan Antonio Hernández Pérez en unas de las Misas que ofició en nuestra Capilla, solicitó si podría ir el coro a la Residencia de A.S.A.S. Residencia también de niños deficientes. Y desde el año 2004 se viene repitiendo esta visita.
La Red de Cariño de la parroquia del Divino Salvador, pidió que se visitara la Residencia de Santa Isabel, situada en la carretera de Utrera.
En el año 2006 a través de un hermano contactamos y se asistió por primera vez al colegio residencia de los Hermanos Franciscanos “Padres Blancos” de Montequinto, centro también de niños discapacitados físicos y psíquicos.
Igualmente, se cursa anualmente visita a la residencia de ancianos “Los Jardines” en Vistazul.
Otro hecho muy destacable fue que la Red de Cariño a través de su Pastoral Penitenciaria, pidieron que se asistiera al Centro Penitenciario Sevilla II. Tras consultar a los miembros del coro y solicitar permiso a la Junta de Gobierno, se aceptó gustosamente. Nuestro hermano Fernando Herrador y Rius, que es componente de dicha Pastoral, nos facilitó todos los trámites oficiales y, debido a todo lo que esto conlleva, fuimos en los primeros días de Diciembre. En 2006 se cantó a los preventivos, al año siguiente se estuvo con los que cumplen condena y en 2008 por razón de agenda no se pudo asistir, siendo el deseo de todos, el que esta visita se siga manteniendo en próximas Navidades.
Otro de las participaciones anuales del coro, tiene lugar en el Certamen de Villancicos que organizan el Aula de Música del colegio de Nuestra Señora de la Compasión, junto con el Ayuntamiento bajo el título “Así canta Dos Hermanas a la Navidad”.
Una cita importante a la que asiste el coro desde que aquella se celebra, es la reunión de Coros de Campanilleros que desde hace unos años organiza la Parroquia del Divino Salvador en el nazareno barrio del Cerro Blanco.
Igualmente en el año 2005, fue invitado el coro a asistir a un encuentro de Campanilleros que tuvo lugar en la Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, de Coria del Río. Una vez autorizado por la Junta de Gobierno, se desplazaron a la vecina localidad donde participaron junto a otros coros corianos.
En 2008, y a través de una hermana perteneciente al coro, se solicitó la presencia del mismo en la nazarena Parroquia de Nuestra Señora del Amparo, para que cantaran villancicos durante una de las Misas. Ello ocurrió el 20 de Diciembre y por lo que se podía escuchar entre los asistentes, agradó mucho la forma de interpretar del coro de nuestra Hermandad. A otra de las Parroquias de Dos Hermanas a donde se acudió, fue a la de Nuestra Señora de la Oliva donde se participó junto a otros coros el día 28 de Diciembre de 2008
Una vez comentadas la mayor parte de las actividades que el coro ha realizado durante su ¿corta vida?; decir también, que durante el tiempo de Adviento y Navidad, participa, como no podía ser de otra manera, en todas las Misas y Actos que la Hermandad dispone dentro de nuestra Capilla entonando los sones navideños.
Por todas las actividades expuestas, fácilmente se entenderá que los miembros del Coro de Campanilleros se sientan orgullosos de pertenecer al mismo, porque además de convivir en buena armonía entre todos ellos, durante un periodo aproximado de tres meses, entre el tiempo de ensayo y las actuaciones, llevan con sus cánticos un poquito de alegría y cariño a quien tanto lo necesita, además de la presencia de la Hermandad, proclamando la conmemoración del nacimiento de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.
Desde nuestra página web hacemos un llamamiento a todos los hermanos y hermanas que quieran pertenecer al coro de campanilleros, para que se animen y formen parte del mismo, pudiéndose poner en contacto para ello con nuestro hermano Manuel Muñoz Suárez, como coordinador del coro.